El
centro de la Universidad del Sur de California quiere captar la atención de
más estudiantes.
La
escuela de negocios Marshall, de la Universidad del Sur de California,
decidió lanzar una iniciativa de vinculación más estrecha con escuelas
mexicanas este año. El objetivo es captar la atención de más estudiantes que
apliquen a su programa de becas, que hoy no tiene seleccionado a ningún
candidato, a pesar de que la convocatoria inició a principio de año.
“Hemos
tenido que invertir más en México, son acciones que se toman en un contexto
donde, si bien no podemos afirmar que el número de estudiantes de este país
ha disminuido, sí entendemos que estamos ante un incremento en los costos de
los programas (por la disparidad peso-dólar). Eso nos ha hecho pasar, de
primera instancia, de dos a tres becas”, explica Angela McCracken, directora
de la Oficina de la Universidad del Sur de California (USC) en México.
En
2016, México ocupó el lugar cinco respecto a estudiantes en Estados Unidos
mientras en 2017 cayó 10 posiciones colocándose en el sitio 15, según datos
publicados por el Instituto Internacional de Educación (IIE por sus siglas en
inglés). El documento Open Doors, que publica este organismo, refiere que en
2016/2017 se tuvo registro de 1,813 mexicanos en variados programas, mientras
en el periodo anterior (2015-2016) esa cifra era de 1914 estudiantes (perdida
de -5.3%).
McCracken prefiere no hablar sobre
cómo puede impactar la política Trump en la intención de un estudiante en
cursar programas como el MBA en ese país.
Sostiene
que el enfoque está en cómo lograr que los mexicanos vean a la escuela como
un espacio que atiende diversidad y una institución abierta a apoyar en
términos económicos al candidato a un MBA.
Una
de las medidas que aplicó la Universidad fue pasar de dos a tres el número de
becas al programa IBEAR (International Business Education and Research MBA),
dirigido a ejecutivos que busquen estudiar las oportunidades de comercio con
la zona Asía Pacífico. “Aún estamos buscando a mexicanos para este apoyo”,
que consiste en una beca de 30,000 o 45,000 dólares, más un subsidio de
15,000 dólares por gasto de vivienda, indica McCracken. La convocatoria para
este programa, con duración de un año, cierra el 15 de marzo.
La
directora define como “parte integral del programa la presencia de
mexicanos”, no solo por la cercanía entre países sino también por lo que
representa México como región y su relación con Asia y otros países. Así que
la escuela de negocios se propuso también buscar aliados en las universidades
mexicanas para difundir el MBA, las oportunidades de estudio en Marshall y la
viabilidad de hacer convenios en el futuro.
Producto
de ese acercamiento es una primera alianza con el ITAM (Instituto Tecnológico
Autónomo de México). La institución está por cerrar acuerdos con dos
universidades más, que se harán públicas una vez que se concreten.
“Antes
nuestra relación con las escuelas era solo hacer un desayuno. Hoy queremos
ser más directos, tener más sesiones informativas en conjunto, apoyarnos con
egresados del programa, entre otras acciones. Queremos decirle al mexicano
que nos interesa su presencia en Marshall”, subraya la directora de la
oficina de USC, en cuya escuela de negocios hoy los hispanos representan el
12% de la población estudiantil.
Como Marshall, otras escuelas en
Estados Unidos continúan moviendo recursos para enviar a los candidatos al
MBA un mensaje de diversidad. “La política de
Trump
puede ser entendida como un efecto que ‘enfríe’ o disminuya el interés de
estudiantes internacionales por preparase en Estados Unidos. Hoy necesitamos
redoblar nuestra acercamiento con quienes quieren prepararse en este
destino”, advierte desde la Universidad de Indiana, Christopher Viers,
vicepresidente asociado de Servicios Internacionales en esta escuela.
Por
Ivonne Vargas (Expansión)
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