jueves, 22 de febrero de 2018

3 IDEAS (ERRÓNEAS) QUE ESTÁN AFECTANDO TU LIDERAZGO

En promedio una persona tiene 50 000 diálogos internos por día, ¿cuántos de esos serán negativos? Como líder debes aprender a controlar los pensamientos limitantes.


David Burns y otros autores que promueven la terapia racional emotiva plantean que nuestros pensamientos generan nuestras emociones: “Dime qué  piensas y te diré qué sientes”.

Creemos que los acontecimientos son los que generan nuestros estados emocionales, cuando en realidad, existe un espacio entre ellos en el que con base en nuestros patrones mentales y experiencias pasadas, realizamos una  interpretación que puede ser funcional o irracional.

Existen muchas teorías acerca del pensamiento positivo y la importancia de éste; no obstante, me gustaría proponerte a identificar cuáles son tus pensamientos limitantes para poder cambiarlos por otros más eficaces.

En el liderazgo encontramos tres tipos de creencias irracionales: con respecto a mí mismo, con respecto a los demás y en relación al ambiente o al mundo.

En este espacio, hablaremos de tres creencias relacionadas con los demás, particularmente aquellas que impactan en la gestión de tu equipo.

1. Etiquetas negativas irremovibles

¿Cuántas veces has estereotipado a alguien de tu equipo? ¿Has creído fervientemente que algún miembro está destinado a no desarrollar una habilidad? En ocasiones escucho por parte del líder de un equipo aseveraciones como: “Pedro no tiene habilidades comerciales, definitivamente no puede desarrollar relaciones con otros. Es muy introvertido”.

Es correcto que desarrollamos ciertas habilidades y poseemos intereses distintos los cuales nos hacen enfocarnos a ciertos campos, es probable que Pedro prefiera actividades aisladas y de poco contacto; sin embargo, esa percepción se asume como inamovible y perpetua. Te quiero preguntar: ¿Tú tienes las mismas habilidades de hace 10 años? ¿Cuándo fue la última vez que te descubriste con un talento que pensabas que no tenías? Estoy segura que encontrarás respuestas. Lo mismo ocurre con tu equipo.

Por favor, analiza si hay alguien en tu equipo a quien le has rotulado con una etiqueta negativa y trata de empezar a modificarla.

2. Todo debería ser armonía

Estamos educados para buscar la paz, la armonía y para buscar buenas relaciones en familia, escuela trabajo, etcétera.

Cuando en un equipo no hay estas características, se puede generar angustia por parte del líder, creyendo que “deberían estar integrados y llevarse bien”.
Por supuesto que debe existir un clima de cordialidad para obtener los objetivos planteados.

A pesar de este deseo, las situaciones pueden ser diferentes, y una habilidad básica en el líder será lograr relaciones positivas entre todos, teniendo en cuenta  que siempre será el ideal y no necesariamente  la realidad.

Cuando en el lenguaje ocupamos un “debería”,  asumimos que los otros tienen los recursos para cumplir con nuestro mandato; pensamos que pueden hacerlo pero no quieren: “deberían ayudarse entre ellos”, “deberían decirse lo que necesitan”, etcétera.

¿Qué pasaría si como líder modificas el “debería” por “me gustaría”? Suena distinto, y sobre todo, no te generará una emoción de frustración. No confundas deseos con realidades…

3. El Redentor

Es probable que te cueste trabajo aceptarlo, pero esta creencia es una de las más comunes en los lugares de trabajo. Quiero subrayar que no es exclusivo de los líderes, pero puede afectar tu gestión si la alimentas constantemente.

¿Cuántas veces has hecho el trabajo de tus colaboradores porque no hacen las cosas bien, porque no asumen sus responsabilidades, porque “les falta”? En el trasfondo de esta actuación, lo que existe es un amor propio desmedido: “No hacen las cosas como Yo”, “No puedo entender que no puedan hacerlo, es tan sencillo”.

Generalmente vemos las situaciones desde nuestros propios patrones y asumimos que los demás tienen los mismos recursos que nosotros, y nos olvidamos de aceptar las diferencias, y sobre todo de comprometernos con el rol de formadores de equipos, no de operadores.

Combate las creencias irracionales

Podemos aprender a combatir las creencias irracionales. Para lograrlo, tenemos que ser más conscientes de nuestro flujo de pensamiento, ya que los pensamientos limitantes aparecen de manera rápida y automática, y provocan emociones negativas.

Un  hombre cuenta a sus amigos que su párroco es un santo porque habla todos los días con Dios. Los amigos escépticos le preguntan: “¿Y tú cómo lo sabes?” “Porque me lo ha dicho él mismo” “¿Y cómo sabes que no te engaña?” “¿Cómo me iba a engañar un hombre que habla todos los días con Dios?”

Te invito a que consideres: ¿En qué nivel te estás aferrando a tus propios pensamientos?  Y recuerda: La inteligencia fracasa cuando es incapaz de adaptarse a la realidad.

Por Xóchitl Austria (Alto Nivel)

www.masempleo.com.mx

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